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Cata de vida – Giuseppe Verdi 1813-1901

Amante de la vida, luchador, apasionado por los vinos, metodológico, compositor con propósito y con un don musical extraordinario. Estas cualidades hicieron de Giuseppe Verdi el músico Italiano más importante e influyente que la historia nos ha dado.

Conoce el vino por herencia familiar, siendo su padre un posadero del pueblo de Busseto en la provincia de Parma a orillas del rio Po, pero no es sino gracias a sus dones musicales, los azares de la vida y su pasión por el vino, lo que le permitió, después de alcanzar fama y fortuna, tener y cultivar su propio viñedo. Con gran tradición, siempre hizo de lo cotidiano lo más grande, de lo sencillo lo más importante y de lo que estaba a su alrededor la razón por la cual valía la pena morir. Así lo trasmite en su ópera “Nabuco” (1842), relato bíblico del exilio del pueblo judío en Babilonia, compuesto con tal solemnidad y entrega que el pueblo italiano adopta el acto “Va pensiere” como el himno popular Italiano “Oh mia patria sì bella e perduta!” durante la dominación Austriaca. Con la misma entrega y sencillez, Verdi plantó en su viñedo uvas locales como la Barbera, la Bonarda y Malvasia para hacer vinos secos, dulces y espumosos que él mismo celebra con la frase “Bere vino dolce e sbottonarsi al sole: ¡che dolce cosa!”.

De hecho es entre estos viñedos donde compone su gran trilogía; “Rigoletto” (1851), adaptación original de la obra “Le Roi s'amuse” de Victor Hugo, opera que se desenvuelve desde una fiesta llena de vino y comida hasta el acto La Dona e Mobile en donde el antagonista pide vino en una taberna, le sirven y disfruta de él. La “Traviata” (1853), obra que lo hiciera el compositor más popular fuera de Italia. En el acto Libiamo invita a gozar y a hacer el amor con vino, brindando. En el “Trovatore” (1853), describe la miseria de la comunidad gitana que encuentra la alegría y el gozo en trabajo cotidiano. Verdi incorpora en el acto “coro de gitanos” el golpeteo de un yunque e invita a través del trago aquello que le da de beber al cuerpo y al alma.

El vino y diversas expresiones gastronómicas, estuvieron presentes en más de 800 actos a lo largo de sus 27 operas. No existe evidencia que fuera un gran catador de vinos, pero sin duda, la expresión musical de toda su vida lo hace uno de los compositores que mejor transmite las emociones de un arte embotellado. “Hay más filosofía y sabiduría en una botella de vino, que en todos los libros”.

A más de 200 años del natalicio de Giuseppe Verdi, en la región de Emilia Romagna, se puede disfrutar de una exquisita expresión gastronómica, desde el queso “Parmigiano-Reggiano” hasta el “Prosciutto di Parma”, acompañados con platillos como la sopa de “cardón” o “pisarei e fosé”. En Appendini’s Evolución Gastronómica preparamos el “pisarei”, bañado en un caldo de “ciopinno” y hacemos catas integrales maridándolos con vinos de la región de Parma y por supuesto con música de Verdi.




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